Levantame Señor, que estoy caido,
sin amor, sin temor, sin fe, sin miedo;
quierome levantar y me quedo;
yo propio lo deseo y yo lo impido.
Estoy siendo uno sólo, dividido;
a un tiempo muero y vivo, triste y ledo;
lo que puedo hacer, eso no puedo,
huyo del mal y estoy en él metido.
Tan obstinado estoy en mi porfia,
que el temor de perderme y de perderte,
jamás de mi mal uso se desvía.
Tu poder y bondad truequen mi suerte,
que en otros veo enmienda cada día,
y en mi nuevos deseos de ofenderte.
Autor: Fray Miguel de Guevara
No hay comentarios:
Publicar un comentario