Oh mi Divino Patrón, Señor de los Milagros!
hoy a ti vengo pleno de amor y fe
y postrandome de rodillas,
devotamente imploro por el infinito
poder de tu misericordia.
(poner nombre), mujer de mucha fe,
mi (poner parentezco) a quien tanto adoro
y hermana (o) a quien tu tanto amas,
esta enferma y sufriendo por ello.
Mi Cristo Morado,
este tu hermano Nazareno,
une devotamente sus manos en señal de
oración y
te implora humildemente por que
la acojas con tu bondad infinita,
extiendas tu brazo protector,
dandole consuelo
a su dolor y la cures de su mal.
Soy humano Señor, a veces flaqueo;
renueva mi fe, mi esperanza y amor por ti,
iluminame para poder tener la fortaleza y
sabiduria suficiente
para consolar a quienes la aman
y sufren hoy con su dolor.
Cristo de Pachacamilla,
tu que tantos milagros
has concedido, tu que tantos pecados has
perdonado,
concedeme tu santa gracia de tener
nuevamente
sana entre mis brazos a mi querida amiga,
consagrandome a ti
hasta el final de mis días.
Derrama tu santa bendición sobre quienes
hoy me acompañan solidariamente
en santa oración.
Amén.
Autor: Genaro Echevarría
(Dic. 2008)
1 comentario:
En el año 2008, despues de recien casada, le diagnosticarón a mi hija Yahaira un cancer que le tenia comprometida partes de la garganta, pulmones e higado, fue un duro golpe, pues es mi unica hija. No me derumbe, me aferre a mi fe y realice mucha oración con mi familia y buenos hermanos (as) nazarenos y amigos.
Un 09 de Junio del 2009, en su chequeo de rutina, el Doctor que la estaba tratando antes de dar su dictamen, emocionado exclamo ¡Gracias a Dios!... indicando que su mal había cedido y que se encontraba fuera de peligro.
Tal vez, ahora despues de leer este testimonio y la oración anterior, entiendan el por que me entregue a realizar “Mundo Nazareno” y difundir el amor, devoción y culto al Cristo Morado,... como no dar gracias a nuestro Divino Patrón todos los días de mi vida!, si es la segunda vez que el oye mi corazón!, este es mi testimonio y hoy quiero compartirlo contigo. Ponlo todo en manos del Señor.
Tu hermano en Cristo,
Genaro Echevarría
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