domingo, 2 de septiembre de 2012

Novena al Señor de los Milagros - 1


 
 
Oración Preparatoria:

En el nombre del padre del Hijo…
Oh señor de los Milagros! …Que con vuestros brazos abiertos desde lo alto de la Cruz

donde estáis clavado, seguís repitiendo a la humanidad afligida; “venid a Mi todos los
que estáis afligidos y agobiados, que yo os aliviare”; a vos vengo en este día, Señor, con mi necesidad, atraído por la fama de los prodigios de vuestro infinito poder y confiado en vuestra inagotable misericordia. Cuantos, oh Milagroso Divino, han hallado en Vos el remedio para sus males; los enfermos la salud; los afligidos el consuelo; los pecadores, el perdón. Como el último y más pecador de todos, yo me postro a Vuestras Plantas para pediros el auxilio que necesito. Que entre tantos que Vos habéis acogido y despachado favorablemente, no sea yo el primero, oh Jesús de los Milagros, que habiendo acudido a Vos, quede desamparado. Y si por mis pecados no merezco ser oído, oídme al menos por los meritos de Vuestra Pasión. Y por la intercesión de Vuestra misma Madre y Madre mía del Perpetuo Socorro concededme lo que os pido en esta novena.

(Léase ahora la consideración especial para cada día)

Invocaciones
Oh Señor de los Milagros, que aparecisteis sobre las aguas del río, como un día en Belén, para ser alivio de todos los necesitados, tened misericordia de mi!

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Oh Señor de los Milagros, que arrojada a las llamas vuestra sagrada imagen, obrasteis el  prodigio de conservarla intacta y hermosearla, para encender en nosotros la confianza en vos, atendedme en la necesidad que me aflige!

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Oh Señor de los Milagros, que por medio de esta sagrada imagen habéis renovado los
Milagros de vuestra vida mortal, continuando vuestra asistencia a los hombres,
concededme lo que os pido!

Padre Nuestro,  Ave maría y Gloria.

Oración Final
Señor de los Milagros, que para inspirarnos confianza en Vos, Durante vuestra vida
mortal, obrasteis los más admirables prodigios y nos dijisteis a todos: …”pedid y recibiréis, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá” … Confiado en estas promesas vuestras, a vos acudo, Señor, y pido a vuestra misericordia el auxilio que necesito y busco en vuestro poder el Socorro que me hace falta, y espero de vuestra bondad hallar el remedio que estoy buscando. Oh Milagroso Señor! despachad mi suplica favorablemente.

Y si en vuestra sabiduría infinita veis que esta gracia que yo os pido en esta Novena no es conveniente para mi alma, dadme al menos paciencia y resignación, para que esta prueba de vuestra adorable providencia me sirva de merito y de gracia en esta vida y aumento de Gloria en la hora. Os pido por intercesión de vuestra Madre Inmaculada y Madre mía del Perpetuo Socorro.

Día Primero

De tal modo amo Dios al mundo, dice San Pablo, que no paro hasta darle su hijo. Como
un día apareció en el portal de Belén, bajo la figura de un niño inocente, para ser redentor de la humanidad y atraerse el amor de los hombres, otro día quiso este Divino Señor, ofrecer su imagen sagrada a una sencilla india sobre las aguas del Guadalajara, para dispensarnos a todos, a lo largo de la corriente de nuestra vida, los tesoros de su misericordia y los frutos de su redención.

Día Segundo

El Señor ofreció su imagen a la Buena india como premio de su caridad, al desprenderse de los ahorros de su trabajo en favor del prójimo necesitado. No hay virtud que mas mueva el Corazón de Dios hacia nosotros que el amor al prójimo; ni hay mayor medio de obtener de El cuanto necesitamos, que la practica de este mandamiento que Jesús llamo suyo, cuando nos dijo antes de morir: Este es mi mandamiento que os améis unos a otros, como yo os he amado.

Día Tercero

Encerrado en una caja por la piadosa india, la pequeña imagen del Cristo de las aguas
creció milagrosamente hasta adquirir la perfección natural. Con ello quiso el señor
manifestar que nuestras almas creadas a imagen de Dios, deben crecer en virtud y meritos hasta adquirir la talla de perfección que Dios señala a cada cual.

Día Cuarto

La noticia del hallazgo extraordinario del pequeño crucifijo y la fama del prodigio
maravilloso de su crecimiento, llegada a oídos de las gentes, encendió el culto y
veneración a esta sagrada imagen que no habría ya de extinguirse. Admiremos los
recursos de la Divina providencia, que por tan variados caminos atrae hacia si las almas.

Día Quinto

La piedad exagerada de los fieles, que no contentos con postrarse ante la imagen, la
besaban y tocaban con exceso, fue causa de que la milagrosa efigie apareciera deforme y deteriorada; por lo que la autoridad eclesiástica mando arrojarla al fuego; pero
milagrosamente el Señor preserve su imagen de las llamas. Simbolo de nuestra alma que al borrar por el pecado moral la imagen de Dios, queda condenada a las llamas del infierno, pero Dios misericordioso por el sacrificio de su cruz, ha querido rescatarla.

Día Sexto

Cuenta la historia que al ser arrojada a las llamas esta sagrada imagen del Señor de los Milagros, apareció sobre ella como un sudor que las gentes recogieron en algodones, como reliquias. El evangelio nos habla de otro sudor de Cristo en el huerto Getsemani; sudor de sangre a la vista de los pecados de la humanidad. Que nunca el Señor tenga que sudar por nuestros pecados; sino que el baño de su sangre vertida en la Cruz, guarde nuestras almas para la vida eternal.

Día Séptimo

Arrojada al fuego la imagen de Señor de los Milagros, no solo no se consumió ni sufrió
quebranto alguno sino que salio del fuego mas Hermosa y perfeccionada; tal deben ser
para nosotros las llamas de las pruebas y tribulaciones que Dios nos envía. Ofrezcámosle a Dios con resignación, para ganar meritos en el cielo.

Día Octavo

Nos refiere el Evangelio que las muchedumbres lo dejaban todo al ver los Milagros que
hacia y Jesús, al ver su fe y su confianza, obraba cada día nuevos y mas maravillosos
prodigios. Esa fe y confianza de las gentes en esta sagrada imagen del Señor, es la que
le ha arrancado tantas y tales maravillas, que le han merecido el nombre del Señor de los Milagros. Avivemos en nosotros la fe y la confianza en El y se renovaran hoy los
Milagros de ayer.

Día Noveno

Jesucristo es el mismo de ayer y de hoy; será el mismo por todos los siglos de los siglos,
nos dice San Pablo. El que ayer enseñaba a las muchedumbres y realizaba milagros sin número, buscaba a la oveja perdida y perdonaba al hijo prodigo, lo tenemos hoy real y verdaderamente en la Eucaristía. Busquémoslo con frecuencia y por medio de esta Sagrada Imagen, por la que ha querido renovar en nuestros días a través de los siglos, los admirables prodigios de su vida mortal

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