Oración
Preparatoria:
En el
nombre del padre del Hijo…
Oh
señor de los Milagros! …Que con vuestros brazos abiertos desde lo alto de la
Cruz
donde
estáis clavado, seguís repitiendo a la humanidad afligida; “venid a Mi todos
los
que
estáis afligidos y agobiados, que yo os aliviare”; a vos vengo en este día,
Señor, con mi necesidad, atraído por la fama de los prodigios de vuestro
infinito poder y confiado en vuestra inagotable misericordia. Cuantos, oh
Milagroso Divino, han hallado en Vos el remedio para sus males; los enfermos la
salud; los afligidos el consuelo; los pecadores, el perdón. Como el último y
más pecador de todos, yo me postro a Vuestras Plantas para pediros el auxilio
que necesito. Que entre tantos que Vos habéis acogido y despachado favorablemente,
no sea yo el primero, oh Jesús de los Milagros, que habiendo acudido a Vos,
quede desamparado. Y si por mis pecados no merezco ser oído, oídme al menos por
los meritos de Vuestra Pasión. Y por la intercesión de Vuestra misma Madre y
Madre mía del Perpetuo Socorro concededme lo que os pido en esta novena.
(Léase
ahora la consideración especial para cada día)
Invocaciones
Oh
Señor de los Milagros, que aparecisteis sobre las aguas del río, como un día en
Belén, para ser alivio de todos los necesitados, tened misericordia de mi!
Padre
Nuestro, Ave María y Gloria
Oh
Señor de los Milagros, que arrojada a las llamas vuestra sagrada imagen,
obrasteis el prodigio de conservarla
intacta y hermosearla, para encender en nosotros la confianza en vos, atendedme
en la necesidad que me aflige!
Padre
Nuestro, Ave María y Gloria
Oh
Señor de los Milagros, que por medio de esta sagrada imagen habéis renovado los
Milagros
de vuestra vida mortal, continuando vuestra asistencia a los hombres,concededme lo que os pido!
Padre
Nuestro, Ave maría y Gloria.
Oración Final
Señor
de los Milagros, que para inspirarnos confianza en Vos, Durante vuestra vidamortal, obrasteis los más admirables prodigios y nos dijisteis a todos: …”pedid y recibiréis, buscad y hallareis, llamad y se os abrirá” … Confiado en estas promesas vuestras, a vos acudo, Señor, y pido a vuestra misericordia el auxilio que necesito y busco en vuestro poder el Socorro que me hace falta, y espero de vuestra bondad hallar el remedio que estoy buscando. Oh Milagroso Señor! despachad mi suplica favorablemente.
Y si en
vuestra sabiduría infinita veis que esta gracia que yo os pido en esta Novena
no es conveniente para mi alma, dadme al menos paciencia y resignación, para
que esta prueba de vuestra adorable providencia me sirva de merito y de gracia
en esta vida y aumento de Gloria en la hora. Os pido por intercesión de vuestra
Madre Inmaculada y Madre mía del Perpetuo Socorro.
Día
Primero
De tal
modo amo Dios al mundo, dice San Pablo, que no paro hasta darle su hijo. Como
un día
apareció en el portal de Belén, bajo la figura de un niño inocente, para ser
redentor de la humanidad y atraerse el amor de los hombres, otro día quiso este
Divino Señor, ofrecer su imagen sagrada a una sencilla india sobre las aguas
del Guadalajara, para dispensarnos a todos, a lo largo de la corriente de
nuestra vida, los tesoros de su misericordia y los frutos de su redención.
Día
Segundo
El
Señor ofreció su imagen a la Buena india como premio de su caridad, al
desprenderse de los ahorros de su trabajo en favor del prójimo necesitado. No
hay virtud que mas mueva el Corazón de Dios hacia nosotros que el amor al
prójimo; ni hay mayor medio de obtener de El cuanto necesitamos, que la
practica de este mandamiento que Jesús llamo suyo, cuando nos dijo antes de
morir: Este es mi mandamiento que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Día
Tercero
Encerrado
en una caja por la piadosa india, la pequeña imagen del Cristo de las aguas
creció
milagrosamente hasta adquirir la perfección natural. Con ello quiso el señormanifestar que nuestras almas creadas a imagen de Dios, deben crecer en virtud y meritos hasta adquirir la talla de perfección que Dios señala a cada cual.
Día
Cuarto
La
noticia del hallazgo extraordinario del pequeño crucifijo y la fama del
prodigio
maravilloso
de su crecimiento, llegada a oídos de las gentes, encendió el culto yveneración a esta sagrada imagen que no habría ya de extinguirse. Admiremos los
recursos de la Divina providencia, que por tan variados caminos atrae hacia si las almas.
Día
Quinto
La
piedad exagerada de los fieles, que no contentos con postrarse ante la imagen,
la
besaban
y tocaban con exceso, fue causa de que la milagrosa efigie apareciera deforme y
deteriorada; por lo que la autoridad eclesiástica mando arrojarla al fuego;
peromilagrosamente el Señor preserve su imagen de las llamas. Simbolo de nuestra alma que al borrar por el pecado moral la imagen de Dios, queda condenada a las llamas del infierno, pero Dios misericordioso por el sacrificio de su cruz, ha querido rescatarla.
Día
Sexto
Cuenta
la historia que al ser arrojada a las llamas esta sagrada imagen del Señor de
los Milagros, apareció sobre ella como un sudor que las gentes recogieron en
algodones, como reliquias. El evangelio nos habla de otro sudor de Cristo en el
huerto Getsemani; sudor de sangre a la vista de los pecados de la humanidad.
Que nunca el Señor tenga que sudar por nuestros pecados; sino que el baño de su
sangre vertida en la Cruz, guarde nuestras almas para la vida eternal.
Día
Séptimo
Arrojada
al fuego la imagen de Señor de los Milagros, no solo no se consumió ni sufrió
quebranto
alguno sino que salio del fuego mas Hermosa y perfeccionada; tal deben serpara nosotros las llamas de las pruebas y tribulaciones que Dios nos envía. Ofrezcámosle a Dios con resignación, para ganar meritos en el cielo.
Día
Octavo
Nos
refiere el Evangelio que las muchedumbres lo dejaban todo al ver los Milagros
que
hacia y
Jesús, al ver su fe y su confianza, obraba cada día nuevos y mas maravillososprodigios. Esa fe y confianza de las gentes en esta sagrada imagen del Señor, es la que
le ha arrancado tantas y tales maravillas, que le han merecido el nombre del Señor de los Milagros. Avivemos en nosotros la fe y la confianza en El y se renovaran hoy los
Milagros de ayer.
Día
Noveno
Jesucristo
es el mismo de ayer y de hoy; será el mismo por todos los siglos de los siglos,
nos
dice San Pablo. El que ayer enseñaba a las muchedumbres y realizaba milagros
sin número, buscaba a la oveja perdida y perdonaba al hijo prodigo, lo tenemos
hoy real y verdaderamente en la Eucaristía. Busquémoslo con frecuencia y por
medio de esta Sagrada Imagen, por la que ha querido renovar en nuestros días a
través de los siglos, los admirables prodigios de su vida mortal
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